Mercedes Bautista es artista visual y poeta. Arteterapeuta. Profesora de arte en diferentes instituciones. Directora del espacio creativo "El Corazón de la Tribu" que recibe PACMYC 2019 por crear identidad, comunidad y ser un espacio para la cultura. Como directora de este espacio realiza actividades online: entrevistas a mujeres artistas dentro del espacio, “Donadoras de palabras” y participa en fomento a la lectura desde los ámbitos institucionales.
Funcionaria de carrera en la comunidad de Madrid, actualmente en excedencia voluntaria. Pertenece al colectivo, “Las ignífugas” que realizan arte colaborativo desde una perspectiva de género. Licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, especialidad Pintura. Diplomado en Arteterapia, Instituto Mexicano de Arteterapia y Universidad Autónoma de Madrid. Su trabajo de carácter multidisciplinar combina arte objeto, poesía visual, cerámica, pintura, fotografía y arte textil; desarrollando en los últimos años proyectos de instalación, donde el espacio poético toma protagonismo. Ha realizado exposiciones colectivas e individuales en España, México, Francia, Europa del este y EE.UU. (www.mercedesbautista.com).
LA SEMILLA SAGRADA
La semilla sagrada
el huevo de luz que contiene
Sobre la línea de vida
en mi mano
elipse de fuego
La despierta el latido del puño cerrado hecho cofre
Suyo es mi aliento
la tierra sin domesticar
los brotes anaranjados
el calor
y el movimiento.
la semilla-vulva
el corazón del agua
el ojo del cielo por el que te asomas
La vulva mira al centro de la tierra
Suyos son los labios rojos
que besaron por primera vez
suyos son la sangre
el fluido naufragio
el tiempo
la lluvia
el horizonte del río
y los musgos en las piedras
La semilla dentada
la vagina
ella mira al norte
magnetiza el canal
ofrece su poder a la creación
Suyos son nuestros pechos cuenco
nuestros cachorros hambrientos
nuestros entierros
las cuevas-madre
las grietas-cuchillo
El coágulo de luz en la noche-sombra
la costumbre que llega nueva
La semilla-alma
la semilla amarilla
la de los filamentos
Suyo es el cordón umbilical
el viento que soplan los recién nacidos
el aire que se enreda en lo alto de la ceiba
el aire que cargan los pájaros
Los soles de nuestra leche
A ella le ofrecemos
los hilos de sangre
para elevar nuestras palabras verdaderas.
MADRE NUESTRA
Madre nuestra que estas en el origen de la palabra
Busco tu nombre en la memoria de mis manos
en el aliento susurrado de tu canto
Tu cuerpo redondo es nuestra casa
La voluntad que emanas
nos levanta dignas frente a los espejos
Haz que el pan tome su forma mientras creo
Permítenos la conexión con el corazón de la tierra
cuando miramos al cielo buscando adentro
Perdónanos cuando damos la espalda
a lo sagrado de la existencia
La danza de la noche son nuestras ofrendas
En nuestras entrañas no hay tentación
solo la alegría de lo vivo
El mal mora en los miedos no enfrentados
en las sombras no abrazadas
Libéranos del sueño y del letargo en la cueva del olvido
Amemos, amemos, amen.
VAGINA DENTADA
Y si yo tengo el temido degolladero del hombre
y cuezo el pan mientras vislumbro el camino
y me guío entre la selva de cosas por hacer
gracias al sonido ritmo de tejer alma
Y si yo soy cueva
donde te pierdes y desapareces
para todos incluido tú
Y si yo soy la maga de los malabares cotidianos
de azuzar el fuego con mi aliento…
si todo ese poder está en mí
¿Por qué la cueva se hace estanque
a horas bajas de luz?
y el temido degolladero escupe sangre
y solo quiere besar sin dientes
cuando hay palabras mágicas de amor
Y si yo soy el poder de nombrarte
y siempre te enuncio
con un rizado de dedos y de costumbre
Si resulta que soy lo crudo
y está en mis manos devorarte
amputarte el falo
y ofrecerlo
así
solamente
para que el sol siga arriba
¿Y si yo puedo?
Porque entonces abandonarme a tu calma
y electrocutarme sobre tu cuerpo
y ceder después a calentar las tortillas
Si a este cuerpo poderoso
le tiemblan siempre
las piernas en la noche
y las dentaduras duelen de apretadas
y recuerdan los bocados duros y duelen
y no castran ni muerden
Y si yo soy degolladero fétido
de espinas siempre verdes
¿Cómo es posible que en mis cuevas
nazcan hijos de pestañas largas
para hacer el viento
y la sonrisa donde late el sol?
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