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Poemas de Alain Briseño (México)




Alain Briseño es maestro en psicología clínica, egresado de la UNAM, donde también cursó estudios de terapia narrativa. Ha traducido poesía del italiano al español para la revista Mula Blanca. Escribe también cuentos de horror.





VAHO

 

Yo qué sé de ligereza.

Liviandad.

De licor con helio.

De levitar.

Yo qué sé de escarcha pluma.

Sé del musgo terciopelo.

Del crepitar luminoso en la hojarasca,

del llanto en el hueco de la piedra. 

En el pozo de mi pecho

se evapora su cascada.

 

 


FANTASMA

 

En la distancia entre los cuerpos,

la palabra persevera muda.

Resuena en la gruta sellada de su boca,

en la campana sin tañido de mi oído.

Su silencio nos pertenece.

Aletean su himno las polillas,

notas de humedad en la madera viva.

 

 

 

DIFUNTAS BOTAS

 

Disuelto el nudo humilde de las cintas,

ata el lazo subterráneo aún:

micelio en la memoria de los pies,

perdura en su planta el cobijo de la bota.

Mansos almenares, raíces pudorosas,

gajos desprendibles de la piel.

Semilla en pie de hueso diseminada al andar.

Higos satisfechos de las aves que nutrieron,

zozobra en cuero: de la vaca y del humano caminar.


 


DESINVOCAR

 

A sorbos, mis labios regurgitan las plegarias.

Borro la súplica hendida en mis rodillas,

desmonto la promesa que encarnan las alhajas.

Vacío la cuenta del rosario amargo,

regresando al núcleo de su almeja cada perla.

Recojo mis ofrendas cavernosas,

huesos de grosella al pie de los altares.

Entrego las estatuas al guijarro,

a la libertad del magma,

a su descanso en el vientre de la tierra.

Paso la mano sobre la pizarra de cal viva,

cubro la palma desollada con tu manto.

Debo ir más allá.

Desgarro los blasones de seda que te enarbolaron,

los disuelvo hasta alcanzar la indolencia del gusano,

la pureza de la hoja en su oficio luminoso.

En mi lengua la esquirla de tu nombre,

tu saliva en mi permeable paladar.

Extraigo en alquitara el vino tu boca,

rocío que depuro en la tierra del viñedo.

Llego hasta el fondo.

Me despojo de agua por completo:

la dreno del pozo en que tus pies lavaste,

de las corneas que te conocieron, húmedas de luz,

de los labios que con palabras te tocaron.

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